Del 22 al 25 de Mayo Jose y yo hemos ido a ver a nuestros compañeros (Xaco y Arturo) a Praga. El viaje en tren estuvo bien, pero se hizo bastante largo, unas 15 horas desde Venecia a Praga.
Una vez allí, tras dejar las maletas en la residencia donde están nuestros compañeros fuimos a dar una vuelta por el centro. El día estaba lluvioso, pero pudimos ver la plaza donde está el famoso reloj, el puente Carlos y tomar una cerveza por el centro. Por la noche fuimos a la discoteca Lucerna, y después de muchas horas de pie a dormir a casa, pero pasando por el kentucky a por 30 alitas.
El sábado fuimos a comer a un restaurante donde ponen cantidades industriales de carne por unas pocas coronas (25 coronas=1 euro). La verdad es que la vida es más barata y se nota la diferencia con Italia o España.
Por la tarde vimos el castillo y la catedral (aunque estaba cerrada y no pudimos entrar), el cementerio judío muy de pasada y pudimos ver como aparecían los apóstoles en el reloj a las 7 de la tarde. Muy cerca de allí se encuentra la casa de Kafka, ese gran escritor en lengua alemana.
Lo poco que nos dio tiempo a ver la verdad es que me encantó. Praga es una ciudad muy bonita. La verdad es que es la que más me ha gustado hasta ahora de lo que he visto. Edificios singulares, el cementerio judío es increíble, el castillo con la catedral, los tranvías que llenan la ciudad. No sé, tiene un encanto que me invadió enseguida. La verdad es que nada más irme ya sentía la necesidad de querer volver otra vez. Seguro que en un futuro tengo la posibilidad de volver.
El domingo no nos dio tiempo a mucho, pues a las 5 teníamos un largo viaje de vuelta. Por cierto, en el tren no hablaban ni ingles ni italiano, así que nos entendíamos como podíamos con el revisor.
Praga
Suscribirse a:
Entradas (Atom)